
"Queremos que el tribunal emita una orden de liberación de Meriam porque creemos que no ha cometido ningún crimen. No hay crimen de adulterio porque está legalmente casada, ni de apostasía porque de acuerdo con los tratados intenacionales definidos por el Gobierno de Sudán, el crimen de apostasía no estaría tipificado", son las palabras del abogado de Meriam.
El caso es un embrollo judicial. La Sharia- la ley islámica por la que se rige el país- no permite que una mujer musulmana se case con un cristiano, de ahí que el enlace con su marido hace tres años no sea reconocido, aunque la Constitución si lo permita. La condena a la horca es por apostasía, por renunciar al Islam.
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