Como informa desde Karachi a la Agencia
Fides, Mario Rodríguez, Director Nacional de Obras s en Pakistán, “los
fieles son prudentes, tratamos de hacer cada tarea con precaución,
mientras que las medidas de seguridad continúan frente a los edificios
cristianos”.
El riesgo de graves represalias, se está
viviendo en Abbottabad, la ciudad donde Bin Laden, se escondía. La
comunidad cristiana local está en alerta máxima y 150 católicos de la
parroquia San Pedro Canisio, todavía continúan escondidos en sus casas.
En la sociedad pakistaní, señala,
Rodríguez: “circulan sentimientos contradictorios: una parte de la
opinión pública y las minorías religiosas han acogido con satisfacción
la muerte del líder terrorista, otros sectores más radicales han
expresado una enorme desaprobación. Esperemos que no se produzcan otros
actos simbólicos de venganza contra las minorías”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario