Miles de cristianos han huido de Siria, presionados por el avance de los jihadistas del estado islámico.
María Guadalupe, una misionera argentina, vivió 18 años en el Medio Oriente y está desde el 2011 en Siria. Ella podía salir del país antes cuando la guerra comenzó, pero decidió quedarse.
Recientemente, en un viaje a Chile, la misionera dio una cuenta detallada de la situación en la región. Los cristianos que permanecen en Siria y en Irak “están dispuestos a dar sus vidas, aunque les corten sus cabezas para ser testigos de Jesucristo,” dijo Guadalupe.
La misionera, afirma que los cristianos perseguidos, mantienen “alegría, esperanza y paz.” Dicen creer “que Dios les ha dado como regalo a cambio de su generosidad, la fortaleza para mantener el testimonio hasta las últimas consecuencias.”
Ella viene pidiendo a los cristianos de todo el mundo, que sigan recordando a los perseguidos en sus oraciones. “Son mártires de nuestros tiempos, dispuestos a todo”, dijo.
Su deseo es que su situación sea más conocida, porque necesitan todo el apoyo posible. Ella ha hablado en las Naciones Unidas sobre el asunto, pero no ha habido ninguna expresión de apoyo.
Por otra parte, la misionera reconoce que los terroristas pierden terreno.
A su entender, “todo lo relacionado con la persecución de los cristianos es muy oculto”. La solución sería que los cristianos occidentales busquen aprender por otros medios y revelar al mundo lo que realmente ocurre en Siria”
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