Bárbara MacEwen tiene 75 años y desde
hace 18 años sirve a su comunidad como funcionaria pública. Tras la
aprobación del llamado “matrimonio gay” en el estado de Nueva York, que
entrará en vigencia el próximo 24 de julio, declaró a la prensa que está
buscando una vía legal para abstenerse de firmar estas licencias.
“No estoy objetando que se haga en la
oficina, pero sí el que mi firma aparezca, legalizando esas uniones,
porque eso está contra mis principios morales y mi Dios”, afirmó al
diario local Post Standard.
La funcionaria considera solicitar que
se designe a un secretario adjunto para que firme las licencias pero
asegura que hasta el momento desconoce si alguna pareja del mismo sexo
solicitará unirse en su jurisdicción.
En Nueva York, una pareja debe obtener
una licencia de matrimonio con 30 días de anticipación a la ceremonia.
Las licencias son emitidas por los secretarios de las alcaldías
correspondientes o las oficinas satélites en cada condado del cabildo de
Nueva York.
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